Add parallel Print Page Options

30 exclamó:

«¿Acaso no es ésta la gran Babilonia, que con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad he constituido como sede del reino?»

31 Todavía estaba hablando el rey cuando del cielo vino una voz, que decía:

«A ti, rey Nabucodonosor, se te hace saber que el reino se te ha arrebatado. 32 Serás expulsado de entre los hombres, vivirás entre las bestias del campo, y te alimentarán como a los bueyes. Pasarán siete tiempos sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo es el señor del reino de los hombres, y que él entrega este reino a quien él quiere.»

Read full chapter